Oda a la abeja - Poema de Pablo Neruda

El poeta chileno Pablo Neruda escribió "Oda a la abeja" como parte de su extenso trabajo poético que abarca una amplia gama de temas, desde lo político y social hasta lo íntimo y natural. Esta oda en particular se enmarca en su colección "Canto general", publicada en 1950, donde Neruda celebra la naturaleza y la vida en todas sus formas.

En "Oda a la abeja", Neruda rinde homenaje a este pequeño insecto trabajador que, a través de su laboriosa recolección de polen, contribuye al equilibrio del ecosistema y la producción de miel. El poema destaca la importancia de la abeja en la naturaleza y subraya la relación simbiótica entre el hombre y este ser diminuto pero vital.

Oda a la abeja

Multitud de la abeja!
Entra y sale
del carmín, del azul,
del amarillo,
de la más suave
suavidad del mundo:
entra en
una corola
precipitadamente,
por negocios,
sale
con traje de oro
y cantidad de botas
amarillas.

Perfecta
desde la cintura,
el abdomen rayado
por barrotes oscuros,
la cabecita
siempre
preocupada
y las
alas
recién hechas de agua:
entra
por todas las ventanas olorosas,
abre
las puertas de la seda,
penetra por los tálamos
del amor más fragante,
tropieza
con
una
gota
de rocío
como con un diamante
y de todas las casas
que visita
saca
miel
misteriosa,
rica y pesada
miel, espeso aroma,
líquida luz que cae en goterones
hasta que a su
palacio
colectivo
regresa
y en las góticas almenas
deposita
el producto
de la flor y del vuelo,
el sol nupcial seráfico y secreto!

Multitud de la abeja!
Elevación
sagrada
de la unidad,
colegio
palpitante!

Zumban
sonoros
números
que trabajan
el néctar,
pasan
veloces
gotas
de ambrosía:
es la siesta
del verano en las verdes
soledades
de Osorno. Arriba
el sol clava sus lanzas
en la nieve,
relumbran los volcanes,
ancha
como
los mares
es la tierra,
azul es el espacio,
pero
hay algo
que tiembla, es
el quemante
corazón
del verano,
el corazón de miel
multiplicado,
la rumorosa
abeja,
el crepitante
panal
de vuelo y oro!

Abejas,
trabajadoras puras,
ojivales
obreras,
finas, relampagueantes
proletarias,
perfectas,
temerarias milicias
que en el combate atacan
con aguijón suicida,
zumbad,
zumbad sobre
los dones de la tierra,
familia de oro,
multitud del viento,
sacudid el incendio
de las flores,
la sed de los estambres,
el agudo
hilo
de olor
que reúne los días,
y propagad
la miel
sobrepasando
los continentes húmedos, las islas
más lejanas del cielo
del Oeste.

Sí:
que la cera levante
estatuas verdes,
la miel
derrame
lenguas
infinitas,
y el océano sea
una
colmena,
la tierra
torre y túníca
de flores,
y el mundo
una cascada,
cabellera,
crecimiento
incesante
de panales!

A pesar de haber sido escrito hace décadas, el tema central de "Oda a la abeja" sigue siendo relevante para los lectores contemporáneos. En un mundo donde la biodiversidad y la preservación del medio ambiente son temas urgentes, el poema de Neruda nos recuerda la importancia de valorar y proteger a todas las criaturas, grandes y pequeñas, que comparten nuestro planeta.

"Oda a la abeja" representa la belleza y la armonía de la naturaleza, así como la laboriosidad y la contribución silenciosa pero fundamental de cada ser en el gran tejido de la vida. A través de metáforas y descripciones sensoriales, Neruda nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con el mundo natural y a apreciar la belleza y la sabiduría que se encuentran en los detalles más simples de la vida.

Este poema toca temas universales como la interconexión de todas las formas de vida, la importancia de la cooperación y el respeto por la naturaleza. Al mismo tiempo, también puede resonar a nivel personal, recordándonos la importancia de la gratitud, la humildad y la conciencia de nuestra propia existencia en el vasto universo.

Para más poemas de Pablo Neruda, puedes visitar el sitio web oficial en pabloneruda.com. ¡Sumérgete en la poesía del Premio Nobel chileno y déjate inspirar por su profundo y conmovedor trabajo!

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