Vegetaciones - Poema de Pablo Neruda
Pablo Neruda, uno de los poetas más influyentes del siglo XX, escribió el poema "Vegetaciones" durante un periodo de su vida en el que estaba profundamente conectado con la naturaleza y sus ciclos vitales. Este poema fue publicado en su obra "Residencia en la Tierra" en 1933, marcado por un contexto de agitación política y social en Chile y el mundo.
El tema central de "Vegetaciones" es la interconexión entre la vida vegetal y la experiencia humana, explorando cómo la naturaleza refleja y acompaña las emociones y transformaciones internas del ser humano. A través de imágenes poéticas y metáforas, Neruda nos invita a contemplar la belleza y la fragilidad de la vida en todas sus manifestaciones.
Vegetaciones
A las tierras sin nombres y sin números
bajaba el viento desde otros dominios,
traía la lluvia hilos celestes,
y el dios de los altares impregnados
devolvía las flores y las vidas.
En la fertilidad crecía el tiempo.
El jacarandá elevaba espuma
hecha de resplandores transmarinos,
la araucaria de lanzas erizadas
era la magnitud contra la nieve,
el primordial árbol caoba
desde su copa destilaba sangre,
y al Sur de los alerces,
el árbol trueno, el árbol rojo,
el árbol de la espina, el árbol madre,
el ceibo bermellón, el árbol caucho,
eran volumen terrenal, sonido,
eran territoriales existencias.
Un nuevo aroma propagado
llenaba, por los intersticios
de la tierra, las respiraciones
convertidas en humo y fragancia:
el tabaco silvestre alzaba
su rosal de aire imaginario.
Como una lanza terminada en fuego
apareció el maíz, y su estatura
se desgranó y nació de nuevo,
diseminó su harina, tuvo
muertos bajo sus raíces,
y luego, en su cuna, miró
crecer los dioses vegetales.
Arruga y extensión, diseminaba
la semilla del viento
sobre las plumas de la cordillera,
espesa luz de germen y pezones,
aurora ciega amamantada
por los ungüentos terrenales
de la implacable latitud lluviosa,
de las cerradas noches manantiales,
de las cisternas matutinas.
Y aun en las llanuras
como láminas del planeta ,
bajo un fresco pueblo de estrellas,
rey de la hierba, el ombú detenía
el aire libre, el vuelo rumoroso
y montaba la pampa sujetándola
con su ramal de riendas y raíces.
América arboleda,
zarza salvaje entre los mares,
de polo a polo balanceabas,
tesoro verde, tu espesura.
Germinaba la noche
en ciudades de cáscaras sagradas,
en sonoras maderas,
extensas hojas que cubrían
la piedra germinal, los nacimientos.
Útero verde, americana
sabana seminal, bodega espesa,
una rama nació como una isla,
una hoja fue forma de la espada,
una flor fue relámpago y medusa,
un racimo redondeó su resumen,
una raíz descendió a las tinieblas.
A pesar de haber sido escrito hace casi un siglo, "Vegetaciones" sigue siendo relevante para los lectores contemporáneos por su capacidad de resonar con nuestra necesidad de conexión con la naturaleza y de reflexionar sobre nuestra propia existencia. El poema nos recuerda la importancia de estar en armonía con el entorno natural y de reconocer nuestra propia fugacidad en el vasto ciclo de la vida.
En el poema, Neruda nos invita a reflexionar sobre temas universales como el paso del tiempo, la belleza efímera, la fragilidad de la vida y la conexión con la naturaleza. A través de su poesía, nos muestra cómo la experiencia humana está intrínsecamente ligada al mundo natural, recordándonos nuestra propia vulnerabilidad y nuestra capacidad de encontrar belleza y significado en la simplicidad de la existencia.
Fuente: pabloneruda.com
Si quieres conocer otros artículos parecidos a Vegetaciones - Poema de Pablo Neruda puedes visitar la categoría Poemas.
Deja una respuesta