Guayaquil (1822) - Poema de Pablo Neruda

El poema "Guayaquil (1822)" fue escrito por Pablo Neruda en 1940, como parte de su obra "Canto General". Este poema narra el momento histórico en el que el libertador Simón Bolívar llega a Guayaquil en 1822, un hito crucial en la lucha por la independencia de América Latina.

El tema central del poema es la libertad y la lucha contra la opresión, representado a través de la figura de Bolívar y su papel en la emancipación de los pueblos latinoamericanos. A pesar de estar ambientado en un contexto histórico específico, la temática de la libertad y la lucha por la justicia sigue siendo relevante para los lectores contemporáneos en todo el mundo.

Guayaquil (1822)

Cuando entró San Martín, algo nocturno
de camino impalpable, sombra, cuero,
entró en la sala.
Bolívar esperaba.
Bolívar olfateó lo que llegaba.
Él era aéreo, rápido, metálico,
todo anticipación, ciencia de vuelo,
su contenido ser temblaba
allí, en el cuarto detenido
en la oscuridad de la historia.

Venía de la altura indecible,
de la atmósfera constelada,
iba su ejército adelante
quebrantando noche y distancia,
capitán de un cuerpo invisible,
de la nieve que lo seguía.
La lámpara tembló, la puerta
detrás de San Martín mantuvo
la noche, sus ladridos, un rumor
tibio de desembocadura.

Las palabras abrieron un sendero
que iba y volvía en ellos mismos.
Aquellos dos cuerpos se hablaban,
se rechazaban, se escondían,
se incomunicaban, se huían.

San Martín traía del Sur
un saco de números grises,
la soledad de las monturas
infatigables, los caballos
batiendo tierras, agregándose
a su fortaleza arenaria.
Entraron con él los ásperos
arrieros de Chile, un lento
ejército ferruginoso,
el espacio preparatorio,
las banderas con apellidos
envejecidos en la pampa.

Cuanto hablaron cayó de cuerpo a cuerpo
en el silencio, en el hondo intersticio.
No eran palabras, era la profunda
emanación de las tierras adversas,
de la piedra humana que toca
otro metal inaccesible.
Las palabras volvieron a su sitio.

Cada uno, delante de sus ojos
veía sus banderas.
Uno, el tiempo con flores deslumbrantes,
otro, el roído pasado,
los desgarrones de la tropa.

Junto a Bolívar una mano blanca
lo esperaba, lo despedía,
acumulaba su acicate ardiente,
extendía el lino en el tálamo.
San Martín era fiel a su pradera.
Su sueño era un galope,
una red de correas y peligros.
Su libertad era una pampa unánime.
Un orden cereal fue su victoria.

Bolívar construía un sueño,
una ignorada dimensión, un fuego
de velocidad duradera,
tan incomunicable, que lo hacía
prisionero, entregado a su substancia.

Cayeron las palabras y el silencio.
Se abrió otra vez la puerta, otra vez toda
la noche americana, el ancho río
de muchos labios palpitó un segundo.

San Martín regresó de aquella noche
hacia las soledades, hacia el trigo.
Bolívar siguió solo.

"Guayaquil (1822)" nos invita a reflexionar sobre la importancia de la libertad y la resistencia frente a la tiranía, recordándonos que la lucha por la justicia es un valor atemporal. A través de la poesía, Neruda nos conecta con emociones y realidades que trascienden las barreras del tiempo y el espacio, tocando fibras sensibles en el lector.

Este poema de Neruda, al igual que muchas de sus obras, aborda temas universales como la libertad, la dignidad humana y la lucha por un mundo más justo, resonando con los lectores a lo largo de generaciones. "Guayaquil (1822)" es una pieza literaria que nos recuerda el poder transformador de la poesía y su capacidad para inspirar y conmover a quienes la leen.

Para más poemas de Pablo Neruda, puedes visitar el sitio web oficial en: pabloneruda.com. ¡Disfruta de la poesía de uno de los grandes maestros de la literatura!

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