Oda a la pereza - Poema de Pablo Neruda

En el vasto repertorio de la poesía de Pablo Neruda, encontramos un poema que destaca por su singularidad y atemporalidad: "Oda a la pereza". Escrito en un momento de introspección y reflexión, este poema surge en un contexto en el que el poeta se sumerge en la contemplación de la cotidianidad y la importancia de tomarse pausas en medio de la vorágine de la vida.

El tema central de "Oda a la pereza" gira en torno a la exaltación de la tranquilidad, la lentitud y la necesidad de desconectar del ritmo acelerado del mundo moderno. A pesar de haber sido escrito en una época distinta, este tema sigue siendo relevante para los lectores contemporáneos, quienes también se encuentran inmersos en una sociedad marcada por la prisa y la constante actividad.

Oda a la pereza

Ayer sentí que la oda
no subía del suelo.
Era hora, debía
por lo menos
mostrar una hoja verde.
Rasqué la tierra: Sube,
hermana oda
-le dije-
te tengo prometida,
no me tengas miedo,
no voy a triturarte,
oda de cuatro hojas,
oda de cuatro manos,
tomarás té conmigo.
Sube,
te voy a coronar entre las odas,
saldremos juntos, por la orilla
del mar, en bicicleta.
Fue inútil.

Entonces,
en lo alto de los pinos,
la pereza
apareció desnuda,
me llevó deslumbrado
y soñoliento,
me descubrió en la arena
pequeños trozos rotos
de sustancias oceánicas,
maderas, algas, piedras,
plumas de algas marinas.
Busqué sin encontrar
ágatas amarillas.
El mar
llenaba los espacios
desmoronando torres,
invadiendo
las costas de mi patria,
avanzando
sucesivas catástrofes de espuma.
Sola en la arena
abría un rayo
una corola.
Vi cruzar los petreles plateados
y como cruces negras
los cormoranes
clavados en las rocas.
Liberté una abeja
que agonizaba en un velo de araña,
metí una piedrecita
en un bolsillo,
era suave, suavísima
como un pecho de un pájaro,
mientras tanto en la costa,
toda la tarde,
lucharon sol y niebla.
A veces
la niebla se impregnaba
de luz
como un topacio,
otras veces caía
un rayo de sol húmedo
dejando caer gotas amarillas.

En la noche,
pensando en los deberes de mi oda
fugitiva,
me saqué los zapatos
junto al fuego,
resbaló arena de ellos
y pronto fui quedándome
dormido.

El poema busca comunicar la importancia de la pereza como un acto de resistencia ante la presión del rendimiento constante y la productividad desmedida. En un tono sereno y contemplativo, Neruda invita al lector a detenerse, a respirar y a disfrutar de los pequeños placeres de la vida que a menudo pasamos por alto en nuestra búsqueda constante de logros y metas.

"Oda a la pereza" toca temas universales como el equilibrio entre el trabajo y el descanso, la valoración de la calma en medio del caos y la conexión con uno mismo a través de la pausa. Estos temas personales y profundos pueden resonar con cualquier lector que se sienta abrumado por las exigencias de la sociedad actual y busque un momento de sosiego y reflexión.

Para más poemas de Pablo Neruda, puedes visitar el sitio web oficial en: https://pabloneruda.com

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