Oda al ancla - Poema de Pablo Neruda

En su poema "Oda al ancla", Pablo Neruda nos transporta al mundo marítimo con una profunda reflexión sobre la vida y la estabilidad. Este poema fue escrito durante la madurez del poeta chileno, en un momento en el que su obra ya había alcanzado renombre internacional y su estilo lírico estaba plenamente consolidado.

El tema central de "Oda al ancla" es la metáfora del ancla como símbolo de arraigo y permanencia en medio de la incertidumbre y el vaivén de la vida. A través de la imagen del ancla, Neruda explora la idea de la conexión con algo sólido y estable en un mundo cambiante y tumultuoso.

Oda al ancla

Estuvo allí, un pesado
fragmento fugitivo,
cuando murió la nave
la dejaron
allí, sobre la arena,
ella no tiene muerte:
polvo de sal en su esqueleto,
tiempo en la cruz de su esperanza,
se fue oxidando como la herradura
lejos de su caballa,
cayó el olvido en su soberanía.

La bondad de un amigo
la levantó de la perdida arena
y creyó de repente
que el temblor de un navío
la esperaba,
que cadenas sonoras
la esperaban
y a la ola infinita,
al trueno de los mares volvería.

Atrás quedó la luz de Antofagasta,,
ella iba por los mares pero herida,
no iba atada a la proa,
no resbalaba por el agua amarga.
Iba, herida y dormida
pasajera,
iba hacia el Sur, errante
pero muerta,
no sentía su sangre,
su corriente,
no palpitaba al beso del abismo.
Y al fin en San Antonio
bajó, subió colinas,
corrió un camión con ella,
era en el mes de octubre, y orgullosa
cruzó sin penetrarse
el río,
el reino de la primavera,
el caudaloso aroma
que se ciñe a la costa
como la red sutil de la fragancia,
como el vestido claro de la vida.

En mi jardín reposa
de las navegaciones
frente al perdido océano
que cortó como espada,
y poco a poco las enredaderas
subirán su frescura
por los brazos de hierro,
y alguna vez florecerán claveles
en su sueño terrestre,
porque llegó para dormir
y ya no puedo restituirla al mar.

Ya no navegará nave ninguna.

Ya no anclará sino en mis duros sueños.

A pesar de haber sido escrito en otra época, el mensaje de "Oda al ancla" sigue siendo relevante para los lectores contemporáneos. En un mundo lleno de incertidumbre y cambios constantes, la búsqueda de estabilidad y arraigo es un anhelo universal que resuena en cada individuo.

En su esencia, "Oda al ancla" representa la necesidad humana de encontrar un punto de referencia sólido en medio de la transitoriedad de la existencia. A través de este poema, Neruda invita al lector a reflexionar sobre la importancia de aferrarse a lo que realmente importa y encontrar la calma en medio de la tormenta.

Fuente: https://pabloneruda.com

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