Paz para los crepúsculos que vienen - Poema de Pablo Neruda
El poema "Paz para los crepúsculos que vienen" de Pablo Neruda fue escrito en un momento de profunda reflexión y contemplación del poeta chileno. Este poema fue creado en medio de un contexto de agitación política y social, donde Neruda buscaba transmitir un mensaje de esperanza y serenidad en medio de la incertidumbre y el caos que lo rodeaba.
El tema central de este poema es la búsqueda de paz interior y exterior, la necesidad de encontrar calma y armonía en un mundo turbulento y conflictivo. A través de su poesía, Neruda invita a los lectores a encontrar momentos de tranquilidad y serenidad, incluso en medio de la oscuridad y la confusión.
Paz para los crepúsculos que vienen
Paz para los crepúsculos que vienen,
paz para el puente, paz para el vino,
paz para las letras que me buscan
y que en mi sangre suben enredando
el viejo canto con tierra y amores,
paz para la ciudad en la mañana
cuando despierta el pan, paz para el río
Mississippi, río de las raíces:
paz para la camisa de mi hermano,
paz en el libro como un sello de aire,
paz para el gran koljós de Kíev,
paz para las cenizas de estos muertos
y de estos otros muertos, paz para el hierro
negro de Brooklyn, paz para el cartero
de casa en casa como el dia,
paz para el coreógrafo que grita
con un embudo a las enredaderas,
paz para mi mano derecha,
que sólo quiere escribir Rosario:
paz para el boliviano secreto
como una piedra de estaño, paz
para que tú te cases, paz para todos
los aserraderos de Bío Bío,
paz para el corazón desgarrado
de España guerrillera:
paz para el pequeño Museo de Wyoming
en donde lo más dulce
es una almohada con un corazón bordado,
paz para el panadero y sus amores
y paz para la harina: paz
para todo el trigo que debe nacer,
para todo el amor que buscará follaje,
paz para todos los que viven: paz
para todas las tierras y las aguas.
Yo aquí me despido, vuelvo
a mi casa, en mis sueños,
vuelvo a la Patagonia en donde
el viento golpea los establos
y salpica hielo el Océano.
Soy nada más que un poeta: os amo a todos,
ando errante por el mundo que amo:
en mi patria encarcelan mineros
y los soldados mandan a los jueces.
Pero yo amo hasta las raíces
de mi pequeño país frío.
Si tuviera que morir mil veces
allí quiero morir:
si tuviera que nacer mil veces
allí quiero nacer,
cerca de la araucaria salvaje,
del vendaval del viento sur,
de las campanas recién compradas.
Que nadie piense en mí.
Pensemos en toda la tierra,
golpeando con amor en la mesa.
No quiero que vuelva la sangre
a empapar el pan, los frijoles,
la música: quiero que venga
conmigo el minero, la niña,
el abogado, el marinero,
el fabricante de muñecas,
que entremos al cine y salgamos
a beber el vino más rojo.
Yo no vengo a resolver nada.
Yo vine aquí para cantar
y para que cantes conmigo.
La relevancia de "Paz para los crepúsculos que vienen" sigue siendo significativa para los lectores contemporáneos, ya que nos recuerda la importancia de cultivar la paz interior y de buscar momentos de calma en nuestras vidas agitadas y estresantes. El poema nos invita a reflexionar sobre la necesidad de encontrar equilibrio y serenidad, incluso en los momentos más difíciles.
En su esencia, este poema representa la lucha constante del ser humano por encontrar paz y armonía en un mundo lleno de caos y discordia. A través de su poesía, Neruda nos recuerda la importancia de buscar la tranquilidad interior y de mantener la esperanza viva, incluso en los momentos más oscuros.
Este poema de Pablo Neruda toca temas universales como la búsqueda de paz, la serenidad en medio del caos y la esperanza en tiempos difíciles, lo que lo hace accesible y relevante para los lectores de todas las épocas. "Paz para los crepúsculos que vienen" nos invita a reflexionar sobre nuestras propias luchas internas y a encontrar momentos de calma y paz en medio de la tormenta.
Fuente: pabloneruda.com
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